sábado, 22 de mayo de 2010

Cansado de pedir perdón y suplicar clemencia.(Acto inexplicable No. 5)












Tres lineas de cocaina yacen sobre un espejo esperando a ser inhaladas por alguno de mis orificios nasales antes de dirigirme al Bar Midnite de mi Buen amigo Andreas Kostaz., el Midnite es un lugar solo para benditos, caidos e iluminados, y son aquellos que poseen un felino como acompañante arrabalero, un lugar donde puedes toparte con feminas con aspecto lugubre y cadaverico esperando lograr hundir sus colmillos blancuscos en algun cuello virgen, para despues ser participes de un trio carnal en alguna de las habitaciones adjuntas del Bar Midnite. Esta vez porto un traje color negro a raya de gis Giorgio Armani con camisa del mismo diseñador y mancuernillas Bulgari y Zapatos Versace, impregnado a Polo Sport Blue, Afeitada al raz, y una ligera capa de goma sobre el cabello. Afuera el ambiente del Bar Korova es intenso a ritmo de Placebo. Me dispongo a inhalar las tres lineas por mi orificio nasal derecho, la sensacion de adormecimiento en la cara es casi instantanea, y es logico ya que pude conseguir un gramo de la mas pura que se produce en Colombia. La noche no podia ser mejor y me dispongo a marcar a Nadia, una mujer de 31 años de ascendencia Yugoslava que conoci no hace poco mientras le invitaba un Bloody Mary sobre la barra del Bar, debo reconocer que desde hace tiempo muestro debilidad por las mujeres de Europa del este, para ser mas exacto de aquellos paises del viejo frente socialista, y e comprobado que son mas deshinibidas. Su gran trasero se posa como asi mismo su gran cabellera color negro azabache golpea el respaldo del mismisimo asiento del auto despidiendo un fuerte olor a una fragancia dulce que me provoca una gran ereccion y a su vez un orgasmo, cuando a su vez se acerca y me planta un beso en mis labios tentativos y casi instantaneamente me susurra una pregunta: ¿Me extrañaste? , me reservo el derecho de contestarle y solo sonrio, y ella por igual, aunque no deja de provocarme con caricias sugestivas mientras de Freelove de Depeche Mode suena en el stereo via iPod Touch.




Ella me susurra al oido que mejor prefiere ir a un lugar mas reservado y no ir a un lugar donde el vouyerismo es un deporte nacional y donde el morbo es algo ya cotidiano por mera naturaleza.




A diferencia de Paula, Nadia es una mujer de esas que suelen ser detallistas, a tal grado que me obsequia cigarros con un moñito rojo, aun sabiendo que llevo 5 meses 23 dias sin nicotina en los pulmones. Es casi irresistible el llevarme a la cama a Nadia asi como el no tener en mis manos ese gran trasero y nadar en ese mar de cabellos negro azabache., y comprobar una ves mas que mi estupida e itinerante vida sigue siendo mia y sin ser esclavo de nada ni de nadie.